UN NUEVO MERCADO ENERGÉTICO

  • 15 de abril de 2020

Fuente: Mundo Eléctrico

Columna Acad. Ing. Oscar Ferreño
Director de Relaciones Institucionales & Regulación de Ventus

Se ha cerrado una etapa importante para el mercado eléctrico colombiano. En 2019 el gobierno nacional ha adjudicado, mediante subastas de confiabilidad y de abastecimiento, más de 2.200 MW de fuente de energía renovable no convencional.

Estos hechos han demostrado que las fuentes de energías renovables son sumamente competitivas y confiables, y están llamadas a hacer una parte cada vez más importante de la matriz energética. En otras palabras, está llamada a tener un desarrollo imparable.

Contrariamente a las tecnologías convencionales, las energías renovables no necesitan economía de escala para aumentar su eficiencia. Por esto, se aplican muy bien para su desarrollo como generación distribuida o autoconsumo.

Se ha indicado que, por ser este tipo de energía auto despachables (generan cuando el recurso está disponible y no necesariamente cuando se necesitan), su alta penetración podría desestabilizar los sistemas eléctricos.

Sin embargo, el sistema eléctrico colombiano tiene un importante componente hidroeléctrico, lo que lo hace particularmente permeable al ingreso de energías renovables no convencionales.
Es más, me atrevería a afirmar que los problemas de inestabilidad serían manejables mientras que la potencia instalada de energías renovables no superen la potencia instalada de la hidroeléctrica. Esto se debe a que las fuentes de energía renovables no convencionales desplazan a la energía hidroeléctrica, conservando el agua en los embalses la cual estará disponible cuando falten las primeras.

La experiencia en algunos países de Latinoamérica sirve para demostrar que la integración con las energías convencionales es técnicamente posible. Sin embargo, creo que se trata sólo de un pequeño paso hacia las transformaciones que los mercados energéticos inexorablemente van a sufrir en los próximos años, probablemente a una velocidad mucho mayor que la que hoy percibimos.

Por otra parte, existe evidencia científica que establece que la cultura actual de nuestra civilización, basada en la utilización de hidrocarburos, es insostenible y es inevitable que sufran cambios profundos.

Para facilitar la penetración de las fuentes de energía renovables no convencionales será fundamental recurrir a nuevas tecnologías de almacenamiento, sin descartar la utilización de centrales hidroeléctricas reversibles (centrales de acumulación por bombeo), las clásicas baterías de almacenamiento de energía eléctrica, o la utilización de hidrógeno como combustible verde producido a través de las energías renovables.

Desde la revolución industrial existe una economía energética primaria basada en la utilización del carbono, ya sea en su forma natural o en la forma de hidrocarburos. Desde hace poco más de 100 años esa economía convive con una economía energética secundaria, que son los mercados eléctricos. La energía eléctrica es secundaria en el sentido que ha estado actuando como vector energético.

El cambio más profundo será la unificación de esos mercados en uno sólo, con muy bajas o nulas emisiones de carbón. Las energías renovables no convencionales traerán abundancia de energía eléctrica libre de emisiones en proporciones mucho mayores que las necesidades del mercado eléctrico actual. Sus excedentes podrán utilizarse para cargar baterías para ser utilizadas en movilidad eléctrica o para producir hidrógeno verde (obtenido de fuentes renovables). El hidrógeno también cumplirá funciones de almacenamiento de energía, ya que podrá utilizarse para generar electricidad en pilas de combustible o en máquinas térmicas convencionales. También podrá utilizarse para otros servicios industriales o de movilidad.

El hidrógeno verde se podrá utilizar para elaborar hidrocarburos sintéticos, tanto líquidos como gaseosos, combinándolos con carbono obtenido con biomasa o con captura de CO2 de la atmósfera. Estos hidrocarburos sintéticos podrán sustituir al gas natural y a las gasolinas.

Este nuevo mercado unificado será hasta 5 veces mayor que el actual mercado eléctrico colombiano, ya que además de la demanda actual incorporará el consumo de batería de almacenamiento y generadores de hidrógeno limpio.

De este modo, el potencial de energías renovables en Colombia, es más que suficiente para abastecer ese nuevo mercado energético unificado.

 

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