HIDRÓGENO VERDE: PRESENTE Y FUTURO

  • 23 de noviembre de 2023

Estamos en las puertas de un nuevo orden en el uso de energía en nuestro planeta.

El confort de la sociedad moderna que hoy disfrutamos comenzó a desarrollarse en la revolución industrial. Este “salto” se explica principalmente por el dominio de la energía, especialmente a través del uso de combustibles fósiles. 

Este gran desarrollo de la sociedad se debió a la utilización de los fósiles gracias a la facilidad que brindan para gestionar, transportar y almacenar la energía, y utilizarla dónde y cuándo se precisara.

Sin embargo, recientemente hemos caído en la cuenta que la utilización de los fósiles ha provocado el aumento de la concentración en la atmósfera de gases de efecto invernadero, principalmente del CO2.

El dominio de la energía trajo consigo el desarrollo de los sistemas industriales, ciudades, fábricas, lo que redundó en un mejoramiento de calidad de vida; pero también trajo consigo el aumento de la temperatura de la tierra, generando lo que conocemos como calentamiento global (motivado por el incremento de la proporción de CO2 en la atmósfera).

Para mitigar esto hemos recurrido al nuevo desarrollo de las energías renovables no convencionales, lo que han permitido la diminución de las emisiones del CO2. Sin embargo, su no gestionabilidad y su falta capacidad de almacenamiento hace que apenas el 5% del total de la energía generada hoy en nuestro planeta provenga de las renovables.

En este contexto, se está trabajando para sustituir a los hidrocarburos naturales por compuestos que tengan características energéticas similares, pero que su utilización no implique un aumento de CO2 en la atmosfera. En este marco, ha tenido gran notoriedad la irrupción del Hidrógeno Verde, producido a partir de la disociación de la molécula del agua mediante energías renovables no convencionales que no emiten CO2 (principalmente eólica y solar).

El hidrógeno puede ser almacenado de diversas formas: en estado puro (como gas comprimido o licuado), o combinándolo con sustancias como el nitrógeno o el carbono extraído de la atmósfera, para convertirlo en hidrocarburos sintéticos que tienen las mismas cualidades físicas, químicas y energéticas que los combustibles fósiles. Sin embargo, su utilización no aumenta el contenido de CO2 en la atmósfera ya que el carbón de los combustibles sintéticos es extraído de la misma.

En este marco, se habla mucho de la necesidad de competitividad de la producción de Hidrógeno Verde en comparación con la de los combustibles fósiles. Sin embargo, lo importante es comprender que esta comparación debe hacerse entre fuentes de energía que no aumenten la cantidad de CO2 en la atmósfera.

Estamos frente a un nuevo paradigma en el uso de la energía, el cual que tendrá un efecto notorio sobre industrias electro intensivas y que consuman importantes cantidades de combustibles, como puede ser la aviación, navieras o el transporte en general como primera línea de transformación.

La tecnología está disponible, y desde Ventus estamos trabajando junto a expertos de primer nivel para el desarrollo de proyectos de Hidrógeno Verde que permitan llevar adelante esta transformación tan importante como necesaria para el presente y futuro de nuestro planeta.

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