LA CUARENTENA Y LA DEMANDA ELÉCTRICA EN URUGUAY

  • 6 de abril de 2020
Columna de opinión: Acad. Ing. Oscar Ferreño. Director de Relaciones Institucionales & Regulación de Ventus


Tratemos de analizar cómo se ha comportado la demanda eléctrica uruguaya frente al episodio de cuarentena que vive nuestro país debido a los efectos de la pandemia del Coronavirus (Covid-19).

Para realizar este análisis se comparó la demanda entre el domingo 15 y el martes 31 de marzo de 2020 con la del mismo período de 2019. En ambos períodos hubo dos sábados y dos domingos y no hubo feriados. Se consideró que en este período no se registraron grandes variaciones climáticas, ya que al considerar períodos de 15 días no hay variaciones de temperatura entre un periodo y otro que pudieran afectar la demanda en forma significativa.

En ese período la demanda del 2019 fue de 22:404.800 MWh, y en el 2020 fue de 22:694.080 MWh. Es decir, que a pesar de la cuarentena, hubo un incremento de la demanda de tan sólo el 1.3 % en el año 2020.

Ahora bien, dentro de este incremento debe considerarse el crecimiento vegetativo de la demanda. El crecimiento vegetativo es el crecimiento normal del consumo.

Para estimar este crecimiento tomamos como muestra el período del 4 al 20 de febrero de 2020, con la del mismo período de 2019. Se toma este período considerando que ambos tienen dos fines de semana. No se consideró primera quincena de marzo, ya que los feriados de carnaval componían el mismo criterio comparativo.

Comparativamente, tomando el período del 4 al 20 de febrero, el crecimiento de la demanda fue de 3.4%. Por lo tanto, podríamos afirmar que la cuarentena ha significado un decrecimiento de la demanda de un 2.1 %.

El evidente enlentecimiento de la economía, que aunque hoy sea solamente del 2.1%, con seguridad motivará que la demanda continúe bajando.

 

La demanda por fuente de energía

Es interesante ver cómo se abasteció esa demanda en estas dos semanas de cuarentena y las mismas semanas del año pasado.

Entre el domingo 15 y el martes 31 de marzo de 2020, la eólica representó el 42%, la hidráulica el 23%, la biomasa el 10%, la FV el 4% la térmica el 3%, se importó de Argentina un 21% y se exportó un 3%.

Mientras que en el mismo período del año 2019 la eólica representó el 45%, la hidráulica el 88%, la biomasa el 8.5%, la FV el 5%, la térmica el 0.5% y se exportó el 47%.

Estos datos muestran claramente la estabilidad en la producción de las renovables no convencionales y la variabilidad de la generación hidroeléctrica.

 

 

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